Olvidar Considerar el Desperdicio de Materiales

Si la construcción fuera una partida de ajedrez, el desperdicio de materiales sería ese movimiento que no viste venir y que te pone en jaque. Suena dramático, ¿verdad? Pues lo es. Olvidar este pequeño gran detalle en el análisis de costos puede convertir un presupuesto bien planeado en un desastre financiero. Pero no te preocupes, aquí te contamos qué es el desperdicio de materiales, cómo afecta tus costos y cómo salir victorioso en esta partida.


Primero lo primero: ¿Qué es el desperdicio de materiales?

Imagina que compras un pastel para una fiesta. Cortas las rebanadas, pero al final siempre quedan migajas en el plato, ¿cierto? Esas migajas son el desperdicio. En la construcción pasa algo similar: no todo lo que compras termina siendo útil.

El desperdicio de materiales incluye:

  • Lo que se rompe en el camino (literalmente).
  • Lo que se corta mal y ya no sirve.
  • Lo que sobra porque se midió “a ojo de buen cubero”.

Y aunque es inevitable en cualquier proyecto, la clave está en calcularlo desde el principio para que no te sorprenda al final.

¿Qué puede salir mal si lo ignoras?

No considerar el desperdicio de materiales tiene varias consecuencias negativas, entre las que destacan:

  • Incrementos en el presupuesto: Los costos reales del proyecto superan a los previstos debido a compras adicionales para reponer materiales.
  • Retrasos en la obra: La falta de materiales puede detener actividades críticas, afectando el cronograma general.
  • Pérdida de rentabilidad: El margen de utilidad se reduce cuando los costos no planeados afectan los resultados financieros.

Ejemplos de desperdicio que te harán decir “¡ups!”

  • Concreto: Se mezcla más de la cuenta “por si acaso”. El resultado: una buena parte termina solidificada en un rincón de la obra.
  • Acero: Se cortan varillas para que encajen, pero los sobrantes son demasiado cortos para reutilizarlos. Game Over para esas piezas.
  • Cerámica o azulejo: Se rompen varias piezas al cortarlas mal o al manejarlas sin cuidado.
  • Pintura: Se usan herramientas viejas o de mala calidad, y la mitad de la pintura termina en el suelo.

¿Cómo evitar estos dolores de cabeza?

  1. Incluye el desperdicio en tu presupuesto:
    No es complicado. Calcula un porcentaje realista según el material (por ejemplo, un 5% para concreto, un 10% para cerámica).
  2. Capacita a tu equipo:
    Enseñarles cómo manejar los materiales correctamente puede reducir pérdidas significativamente. ¡Un equipo bien entrenado es un equipo más eficiente!
  3. Almacena con cuidado:
    No dejes que tus ladrillos se conviertan en escombros antes de usarlos. Un buen almacenamiento es clave.
  4. Aprovecha la tecnología:
    Usa herramientas y software que te ayuden a calcular materiales con precisión. Y si aún no tienes uno, nosotros podemos ayudarte. 😉
  5. Sé creativo con los sobrantes:
    ¿Sobraron piezas? Piensa en cómo reutilizarlas en otros proyectos o en otras áreas de la obra.

Haz las paces con el desperdicio

El desperdicio de materiales no es tu enemigo, pero puede convertirse en un problema si no lo contemplas. Calcula, planea y actúa con inteligencia para que no te saque del juego. Al integrar este factor en tus cálculos y aplicar estrategias para minimizarlo, no solo evitarás sorpresas desagradables, sino que también mejorarás la eficiencia y la rentabilidad de tus proyectos.


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